El sector audiovisual escribe nuevos escenarios en medio de la crisis

El séptimo arte se enfrenta a una crisis sin precedentes: los rodajes quedaron en suspenso, las salas de cine cerradas y el festival de Cannes aplazado, en el mejor de los casos. Por otro lado, la gente atrapada en casa intenta mantenerse entretenida. 

En tales circunstancias, la televisión sigue siendo una opción accesible y fácil: los espectadores pasan un tiempo récord frente a la pequeña pantalla, con 4 horas y media de televisión al día, frente a 3 horas en horario “normal”. Disney+ se lanzó el 7 de abril. Tres días después, la aplicación ya se había descargado 1,8 millones de veces.

¿Significa esto que todo va bien por el lado de la televisión? Bueno, las cadenas tradicionales no lo tienen tan fácil… La industria de la televisión y el cine está definitivamente revuelta, pero sigue decidida a entretener y educar a los franceses durante el bloqueo.

Cine: el regulador revisa (temporalmente) la cronología de los medios de comunicación franceses

En Francia, la regulación del sector audiovisual es responsabilidad del CNC, Centro Nacional de Cinematografía, un organismo del Ministerio de Cultura francés. Supervisa la “cronología de los medios”, la ventana legal que permite la explotación de una película. La ley se creó en un principio para proteger las salas de cine, de modo que la tradición de ver una película en pantalla grande se mantuviera tras la llegada de la televisión. 

Los franceses, por cierto, están demostrando ser uno de los mayores cinéfilos de Europa, con un récord de 213 millones de entradas en 2019. Tras el estreno en cines, una película puede ser explotada primero en DVD, vídeo o Pay-Per-View tras un periodo de 4 meses. 

Después de 10 meses, se puede proyectar en canales de televisión de pago (como Canal Plus en Francia). Después de 22 meses, puede ser emitida por canales en abierto. Por último, después de 36 meses, la película puede estar disponible en servicios de streaming por suscripción, como Netflix.

Como la lucha contra el COVID-19 exigía el cierre de todos los lugares culturales, incluidas las salas de cine, el CNC hizo una excepción a la cronología de los medios de comunicación. 

La ley de emergencia permite el estreno en Pay-Per-View o DVD de películas que ya estaban en los cines el pasado 14 de marzo o que se estrenaron después del cierre de las salas. 

Esto se aplica a 31 películas, entre ellas “1917” de Sam Mendes, ampliamente premiada en los BAFTA británicos, “Red Cubana” de Olivier Assayas, con Penélope Cruz o “El Hombre Invisible”, con Elisabeth Moss.

Algunas películas que se habían estrenado con éxito en las salas de cine prefirieron no solicitar esta excepción para estrenarse más tarde, esperando una gran afluencia de fans deseosos de volver a las salas. Es el caso de “De Gaulle”, estrenada por la SND, filial de distribución de películas de M6, o de “The Good Wife”, distribuida por Mémento. 

Algunos profesionales temen que se produzcan “atascos” en los calendarios de las salas de cine una vez que éstas vuelvan a abrir, pero también una competencia por la disponibilidad de los talentos en los rodajes interrumpidos o aplazados.